Joel
3 10 ...diga el débil:
FUERTE SOY !
21 porque donde
está vuestro
tesoro,
allí estará también
vuestro corazón.
San Juan
4 18 En el amor, no hay temor,
sino que
el perfecto amor
echa fuera el temor;
13 Pero cuando venga el
Espíritu de verdad,
él os guiará a toda la
verdad;
porque no hablará por
su propia cuenta,
sino que hablará
todo lo que oyere,
y os hará saber las
cosas que habrán de venir.
23 En aquel día no me
preguntaréis nada.
De cierto,
de cierto os digo,
que todo cuanto
pidiereis a mi Padre
en mi nombre,
os lo dará.
24 Hasta ahora nada
habéis pedido
en mi nombre;
pedid, y recibiréis,
para que vuestro
gozo sea cumplido.
Corintos
La preeminencia del amor
13 1 Si yo hablase lenguas humanas
y angélicas, y no tengo amor,
vengo a ser como metal que resuena,
o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviese profecía, y entendiese
todos los misterios y toda ciencia,
y si tuviese toda la fe, de tal manera
que trasladase los montes,
y no tengo amor,
nada soy.
3 Y si repartiese todos mis bienes para
dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia,
el amor no es jactacioso,
no se envanece;
5 no hace nada endebido,
no busca lo suyo, no se irrita,
no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia,
más se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser;
pero las profecías se acabarán,
y cesarán las lenguas,
y la ciencia acabará.
9 Porque en parte conocemos,
y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo perfecto,
entonces lo que es en parte, se acabará.
11 Cuando era yo niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, juzgaba como niño;
mas cuando ya fui hombre,
deje lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente;
mas entonces veremos cara a cara.
Ahora conozco en parte; pero entonces
conoceré como fui conocido.
13 Y ahora permanecen la fe,
la esperanza y el amor,
estos tres; pero el mayor de ellos es el
amor.
EL APOCALYPSIS DE SAN JUAN
CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA
21 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
4 Enjugará Dios toda lagrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
5 Y él que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.